Los imaginarios externos sobre un país siempre han incomodado a los que desde adentro contemplan su nación. Las descripciones de México hechas por extranjeros son valiosas fuentes de información, pero, al mismo tiempo, pueden abundar en prejuicios, estereotipos, malentendidos y simplificaciones, deficiencias que dicen más sobre sus autores que sobre el objeto de observación. Sin embargo, son imaginarios de una gran relevancia histórica y cultural.

Este libro estudia la presencia de México en publicaciones de autores germanoparlantes entre 1914 y 1945, es decir, durante el Imperio alemán, creado en 1871, convertido en la República de Weimar en 1918 y en el Tercer Reich nacionalsocialista en 1933; también incluye obras publicadas en territorios germanohablantes del Imperio austrohúngaro y, después de su disolución en 1918, en los estados sucesores de este último.
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2021
La historia de las izquierdas está hecha de sus organizaciones, de sus hombres y mujeres, así como de sus programas e ideologías. También está hecha del tiempo, de sus tiempos. En este libro se entreveran ambas dimensiones de la historia mexicana.

No una ni dos, sino diversas tradiciones organizativas y programáticas confluyen en la historia de las izquierdas, siempre denominadas en plural, una pluralidad que se reconstruye en estas páginas sin atarse a los paradigmas del leninismo y sus epígonos.

Dos grandes determinaciones han marcado el destino de las izquierdas: la geopolítica, siempre olvidada por comentaristas e historiadores, y la Revolución mexicana, casi siempre disminuida y mal interpretada por los historiadores de las izquierdas. Esta obra plantea un amarre problemático, pleno de aristas y soluciones parciales, a veces paradójicas, entre estas dos determinaciones que estructuran la historia del México moderno.
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2021
En la Nueva España, la fama pública de numerosos eclesiásticos se basaba en su buen desempeño en el púlpito y el confesionario, así como en la publicación de libros religiosos. Dos manuales devotos le valieron a Fernando Martagón su ingreso en la Biblioteca Hispanoamericana Sepetentrional de Beristáin de Souza. En este célebre repertorio, Martagón pasó a la posteridad como un “varón celosísimo de la salud de las almas” por haberse empleado muchos años en la dirección espiritual de hombres y mujeres. Sin embargo, en el Secreto de la Inquisición de México se archivó un expediente que pone en duda la fama del “virtuoso” franciscano. En esta obra, se confrontan las dos caras de este controvertido autor de finales de la Colonia, cuya vida y trayectoria nos revelan imágenes fascinantes y paradójicas de la sociedad novohispana.
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2021
Esta obra tiene como objetivo entender un periodo de la historia de México que ha sido desdeñado y sintetizado como “el de la inestabilidad” o, como lo calificó Lucas Alamán, “de las revoluciones de Santa Anna”, aunque es más complicado.

El establecimiento de la república centralista en México, en 1836, fue en realidad el intento urgente de resolver el fracaso del federalismo de 1824, el segundo experimento que buscaba encontrar una fórmula constitucional adecuada para constituir el nuevo Estado después del fracaso del Imperio. El federalismo se había establecido con optimismo, más los estados, empeñados en impedir que la ciudad de México siguiera dominando como durante el Virreinato, le arrebataron al gobierno federal los principales impuestos, dejándole sólo algunos especiales y el producto de las aduanas, lo que lo convirtió en un gobierno débil.

Resulta un error simplista considerar el centralismo como conservador, promovido por el Ejército y la Iglesia, cuando todas las evidencias nos dicen que estas corporaciones no eran monolíticas y padecían de las divisiones de la clase política. Las repúblicas centralistas fueron liberales centralistas, favorecidas por el liberalismo europeo. La Constitución de 1836 estableció que el gobierno nacional administraría todos los ingresos del país directamente, pero mantuvo la representación ciudadana, aunque la limitó con un voto censitario, restringido a los que pagaban impuestos, y mantuvo la división de poderes. Estableció el cuarto poder, el “Conservador”, para vigilar el desempeño de los otros tres.
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2021
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